El equipo de En-tendencia (miércoles 18 hs.) entrevistó a Javier Ramos, un excombatiente en la guerra de Malvinas que contó en primera persona como fue vivir esa experiencia, qué mitos existen alrededor de este suceso y qué sintió al volver a su ciudad natal.
La primera pregunta giraba en torno a una de las primeras cosas que ronda en el imaginario colectivo cuando se piensa en Malvinas: eran muchachos que estaban realizando el Servicio Militar Obligatorio. A esto Javier se opuso rápidamente y aclaró: “Generalmente se habla de ‘los chicos de la guerra’ y esto nos resulta totalmente denigrante. Los ejércitos del mudo están formados por soldados de 18 y 19 años, en algunos casos menos y los británicos no fueron la excepción. Entonces, ¿nosotros éramos muy jóvenes y ellos no?”
“Ese 2 de abril de 1982, la noticia me sorprendió como a todo el mundo”, explicó. En la mayoría de los casos, los soldados se enteraron de que estaban yendo a las islas mientras ya estaban en camino, como fue el caso de Javier, quién no supo sino hasta que estaban llegando. “Esto tiene una explicación lógica”, aclaró, “Si nos hubieran dicho antes, seguramente todos hubiéramos tratado de avisar a nuestras familias o de contarlo en alguna entrevista y esa información se hubiera difundido a tal punto de llegarle al enemigo, en detrimento de nuestro objetivo”.
Javier Ramos es excombatiente de la guerra de Malvinas. Es Infante de Marina en el Batallón de Infantería de Marina 3 ubicada en la Isla Borbón. También es autor de dos libros: “Isla Borbón: Malvinas 1982” y “Regreso a la Isla Borbón”, en los cuales detalla su experiencia durante el enfrentamiento y lo que atravesó años más tardes, cuando regresó al lugar en el cual había estado entonces.
El clima en las islas es hostil. Se trata de dos segmentos de tierra a 700 km del continente, en medio del Océano Atlántico y ubicadas en el punto más austral de la Argentina. Priman las temperaturas bajas, entre 2 y 5 grados bajo cero en invierno y una máxima de 15 grados en verano; abundan las lluvias y los vientos fuertes. Cuando le tocó describir el lugar, Ramos utilizó la palabra precioso. “Es complicado, pero es precioso estar ahí, en nuestro territorio”, recordó, y mientras tanto el orgullo y la nostalgia se mezclaban en su voz.
Explicó brevemente que “La sensación era ambigua”, y profundizó: “la alegría de estar recuperando nuestra soberanía convivía con la preocupación por si se armaba la podrida, que fue lo que finalmente pasó.”
Al ser cuestionado acerca de la preparación de los soldados, y los extendidos testimonios sobre cuan escasa y breve habría resultado la misma, aclaró “Teníamos tanta preparación previa como el resto de las fuerzas, pero nunca se está preparado para entrar en combate, por más entrenamiento o antigüedad que alguien tenga”.
Gran nota. Siempre es bueno escuchar y aprender de alguien que vivio la experiencia en carne propia
Alta nota, flor la mejor de todas ✌️
¡Muy buena nota!