En el programa “Viste como es esto” (viernes de 17 a 18) el licenciado en psicología Sergio Arregui nos aporta sus conocimientos para saber de que hablamos cuando hablamos de ansiedad.
Utilizando a modo de ejemplo la historia de un hombre que se encuentra aplaudiendo al obelisco, cuando otro se le acerca le pregunta porque lo hace, y este primero le explica que no esta aplaudiendo al obelisco sino que esta espantando elefantes, a lo que el segundo sujeto le explica que no es necesario, ya que en la ciudad no hay elefantes en mucho kilómetros a la redonda, a lo que finalmente este hombre le explica que es lógico que no haya elefantes, ya que él los esta espantando.
Con este ejemplo el licenciado explica el paralelismo entre el ansioso patológico y el hombre del cuento: “Ambos están agotando sus recursos vitales en defenderse de un peligro que en realidad no existe, entonces quedan atrapados en una concepción de la realidad donde esa conducta disfuncional no es interpretada como tal, sino que ante la insistencia de peligro es interpretada como un éxito de la defensa, en el caso del aplaudidor de elefantes él va a continuar aplaudiendo en un circulo vicioso ya que el peligro que él se esta inventando y que no en realidad no esta ahí se ve sorteado por su conducta desadaptativa”.
Sergio comenta que el que sufre ansiedad patológica desarrolla conducta desadaptativa ya que los sesgos cognitivos (maneras de ver nuestra realidad) la llevan a eso, ya que lo que va a pensar es que ante cualquier alarma que implica la ansiedad va a tender a minimizar sus recursos de afrontamiento y a maximizar el potencial amenazador y a imaginar como ciertas las peores consecuencias posibles (la catastrofelización).
Finalmente argumenta que hay consenso que la terapia conductiva conductual es la mas afectiva para tratar los trastornos de ansiedad que puede ser fobias o ataques de pánico (que no son trastorno, sino ataque), lo que hace es que desde la idea de que hay una relación entre los pensamientos, las emociones y las conductas y que hay preminencia de los pensamiento ataca esos sesgos tratando de reestructurarlos para que la forma de que la persona interpreta la realidad cambie la forma en que se comporta y siente.