El gobernador bonaerense Axel Kicillof, el presidente Javier Milei y el diputado José Luis Espert protagonizaron un intenso cruce en redes sociales a raíz de un análisis económico del mandatario provincial. La discusión comenzó cuando Kicillof publicó una nota en Infobae titulada “¿Dólar atrasado o precios adelantados?”, en la que criticó la estrategia cambiaria del Gobierno y alertó sobre sus efectos en la industria y el consumo. Desde la Casa Rosada no tardaron en responder: Espert lo tildó de «comunista» y Milei lo descalificó con su característico estilo provocador.

En su publicación, el gobernador advirtió que la política económica oficialista está generando un proceso de desindustrialización y pérdida de poder adquisitivo. Espert rechazó su análisis y sostuvo que el verdadero problema radica en la carga impositiva y el proteccionismo, factores que el Gobierno busca desmontar. “De pronto apareció un comunista hablando de precios relativos”, ironizó el diputado en un hilo en la red social X.
Milei no tardó en sumarse al cruce con un mensaje aún más agresivo. Respaldó a Espert y descalificó a Kicillof con un apodo burlón: «Rey SADIM, porque todo lo que toca lo convierte en excremento», publicó el presidente, dejando en claro su postura contra el gobernador bonaerense.
La respuesta de Kicillof no se hizo esperar. En un extenso mensaje, acusó a Milei de utilizar la confrontación mediática como cortina de humo para no debatir sobre los efectos de sus políticas. “Necesitamos un presidente, no un tuitero”, disparó, exigiendo además la restitución de fondos coparticipables que fueron recortados a la Provincia.
El gobernador también aprovechó para señalar el impacto de las políticas de ajuste en el consumo popular. “Mientras ustedes comen milanesas con Macri, el consumo de carne, leche y yerba mate está en mínimos históricos”, sostuvo, insistiendo en la caída del poder adquisitivo de los argentinos.
Este cruce no es un hecho aislado, sino parte de la tensión permanente entre el oficialismo y la administración bonaerense. Mientras Milei defiende su plan de ajuste como una estrategia para reducir la inflación, desde la oposición advierten sobre sus consecuencias en la economía real y en la calidad de vida de los ciudadanos.
Más allá de la batalla en redes, la discusión de fondo sigue abierta: ¿es sostenible el rumbo económico que propone el Gobierno o terminará profundizando la crisis? Lo que es seguro es que la guerra discursiva entre Milei y Kicillof no muestra signos de tregua.